
Tus zapatillas de running son una de las inversiones más importantes para tu entrenamiento. No solo te ayudan a correr con comodidad, sino que también protegen tus articulaciones y previenen lesiones. Sin embargo, si no las cuidas adecuadamente, su vida útil puede reducirse drásticamente.
1. Úsalas solo para correr
- Es tentador usar tus zapatillas de running para caminar, ir al gimnasio o incluso para el día a día, pero esto acelera su desgaste. Cada actividad ejerce diferentes tipos de presión sobre la espuma y la suela, reduciendo su capacidad de amortiguación más rápido. Si puedes, ten un par exclusivo para correr.
2. Alterna entre dos pares
- Si corres con frecuencia, tener dos pares de zapatillas y alternarlas te ayudará a prolongar su vida útil. Las espumas y materiales de las zapatillas necesitan tiempo para recuperar su forma después de cada uso, así que darles un descanso entre entrenamientos es clave.
3. Límpialas correctamente
Evita meterlas en la lavadora, ya que el agua caliente y los detergentes agresivos pueden dañar los materiales. En su lugar:
- Cepilla la suciedad con un cepillo seco.
- Usa un paño húmedo y jabón neutro para limpiar la parte exterior.
- Saca las plantillas y lávalas por separado.
- Déjalas secar al aire, lejos de fuentes directas de calor
4. No las dejes expuestas al sol o al calor extremo
- El sol directo y las temperaturas altas pueden hacer que los materiales pierdan su estructura y elasticidad. Después de correr bajo la lluvia o en terrenos mojados, deja que se sequen a temperatura ambiente con papel periódico dentro para absorber la humedad.
5. Guarda tus zapatillas correctamente
- Evita dejarlas amontonadas en el fondo del clóset o en lugares húmedos. Guárdalas en un espacio ventilado donde no estén aplastadas ni expuestas a temperaturas extremas.
6. Revisa el desgaste de la suela
La suela es un buen indicador de cuándo es momento de cambiar de zapatillas. Si notas desgaste excesivo en una zona específica o la amortiguación ya no se siente como antes, es hora de renovarlas. La mayoría de las zapatillas duran entre 600 y 800 km, dependiendo del modelo y el tipo de corredor.