Si eres corredor, sabes que tus zapatillas son tu mejor aliado. Pero, ¿cómo saber cuándo es el momento de cambiarlas? Usar zapatillas desgastadas puede aumentar el riesgo de lesiones y afectar tu rendimiento. Aquí te dejo 5 señales clave para identificar si necesitas un nuevo par.
1️⃣ Desgaste visible en la suela
La suela es la primera parte que muestra signos de deterioro. Revisa si hay:
✅ Áreas completamente lisas donde antes había patrones de agarre.
✅ Desgaste irregular, lo que indica que la zapatilla ya no sostiene bien tu pisada.
✅ Pequeñas grietas en la goma, lo que reduce la tracción.
Si la suela ha perdido su capacidad de agarre, puedes resbalar en superficies húmedas o inestables, aumentando el riesgo de lesiones.
2️⃣ Dolores y molestias nuevas
Si de repente comienzas a sentir molestias en rodillas, tobillos, talones o la planta del pie, es posible que la amortiguación de tus zapatillas haya perdido efectividad.

Las zapatillas de running están diseñadas para absorber impactos, pero con el tiempo, la espuma de la entresuela se comprime y deja de funcionar correctamente. Esto puede provocar inflamación en tendones y articulaciones, además de aumentar el impacto en cada zancada.
3️⃣ Han recorrido más de 600 km
La mayoría de las zapatillas de running tienen una vida útil de 500 a 800 km, dependiendo del modelo y del tipo de terreno en el que corras.
Si corres regularmente, es recomendable llevar un registro del kilometraje de tus zapatillas. Puedes hacerlo con aplicaciones como:
📱 Strava
📱 Garmin Connect
📱 Nike Run Club
Si ya superaste los 600 km, es momento de considerar un reemplazo, especialmente si corres en asfalto o superficies duras, donde el desgaste es mayor.
4️⃣ Se sienten rígidas o sin rebote
¿Recuerdas cuando estrenaste tus zapatillas y sentías ese efecto rebote al correr? Si ahora notas que la amortiguación está más plana o dura, significa que la espuma de la entresuela ya no responde como antes.
Correr con zapatillas sin amortiguación adecuada puede provocar fatiga muscular más rápido, además de afectar tu rendimiento y comodidad.
5️⃣ Desgaste interno o deformación
A veces, el desgaste no es tan visible por fuera, pero sí por dentro. Si notas que:
🔹 La zona del talón está desgastada.
🔹 La plantilla se ha hundido o deformado.
🔹 Los laterales están cediendo y ya no sujetan bien el pie.
Esto significa que la estructura de la zapatilla ya no ofrece un ajuste seguro. Si tus pies no tienen el soporte adecuado, podrías sufrir lesiones como fascitis plantar o periostitis tibial.
¿Cuándo cambiar tus zapatillas?
Si identificaste una o más de estas señales, ¡es hora de renovar tu calzado de running! No esperes a que el dolor o una lesión te obliguen a hacerlo.
Recomendaciones de zapatillas para correr
Si estás buscando un nuevo par, aquí tienes algunas opciones según tu tipo de pisada y necesidades:
🏅 Para pisada neutra:
✅ Nike Pegasus 40 – Amortiguación equilibrada y versatilidad para entrenamientos diarios.
✅ Brooks Ghost 15 – Comodidad y suavidad para largas distancias.
🏅 Para corredores minimalistas o de trail:
✅ Altra Lone Peak 7 – Zapatilla de trail con amplia caja para los dedos.
✅ Hoka Speedgoat 5 – Excelente agarre y amortiguación para terrenos irregulares.
🏅 Para corredores pronadores:
✅ Asics Gel-Kayano 30 – Máxima estabilidad y soporte para pisada pronadora.
✅ Saucony Guide 16 – Amortiguación moderada y control de movimiento.
Cambiar tus zapatillas a tiempo es clave para prevenir lesiones y mejorar tu rendimiento. No esperes a que los dolores te avisen. Escucha a tu cuerpo y revisa tu calzado regularmente.
Leave a Reply